Entrevista para República Dominicana a Dr.López Pita (Parte 2): “Una media de 140 liposucciones al año”
Continuamos con la entrevista para República Dominicana. Aquí podréis ver la 1era parte.
-¿El hombre confía ya en la cirugía estética y reparadora en la misma proporción que la mujer?
No. En mi consulta por ejemplo, el hombre sigue representando apenas un 10% de las intervenciones. Pero yo no diría que es una cuestión de confianza: los hombres que acuden a nosotros confían en nuestros tratamientos; lo que realmente ocurre es que la sociedad no les acosa físicamente tanto como a la mujer, la exigencia estética en el hombre continúa siendo mucho menor que en la mujer.
-Doctor, si nos referimos al Turismo Médico, ¿cómo cree que una estancia agradable, en un entorno amable y acondicionado, puede ayudar a la recuperación del paciente y, por tanto, al buen resultado de la intervención?
Creo que rodear al paciente de un ambiente agradable y un entorno de confort sí debe de influir en el postoperatorio, y en una mejor aceptación del proceso quirúrgico. Pero en cuanto al resultado, no creo que estas circunstancias vayan a mejorarlo especialmente.
-Dígame, por ejemplo, ¿cómo podrían estas circunstancias de Turismo Médico ayudar a la recuperación de una liposucción, una de las intervenciones que usted más practica?
Yo no practico liposucciones masivas, nunca por encima de los 4 litros de extracción grasa; esta condición me permite efectuarlas bajo anestesia local y de modo ambulatorio (sin estancia hospitalaria). El paciente debe moverse y hacer una vida normal desde el mismo instante en que sale de la operación, aunque soporte cierta incomodidad por el uso de fajas y por el ligero dolor de apoyo en ciertas posturas. Creo que si todo esto sucede en el entorno de un buen hotel, con estancias amplias y atractivas, servicio permanente y temperaturas ideales, y en contacto directo con personal sanitario y fisioterapeutas, la recuperación será notablemente mejor y más agradable; muy especialmente a partir del tercer día, en que comienza el proceso de drenaje de las zonas liposuccionadas. No se me ocurre una mejor estadía postoperatoria posible.
-¿Cuál es su media anual en este tipo de intervención?
Desde que comencé en 1983, he practicado 4.200 liposucciones, lo que supone una media de 140 al año.
-¿Se considera, si no el más experto, uno de los más expertos cirujanos europeos en este tipo de práctica?
Sé que es un poco fatuo decirlo en voz alta, pero no conozco personalmente, ni a través de publicaciones de nuestro ámbito, a ningún cirujano que tenga una experiencia superior a la mía.
-Y ¿cuál es la diferencia esencial entre aplicar una anestesia local, como es su caso, y una anestesia total en una liposucción?
Dominar la técnica local, permite evitar la anestesia general, la sedación o la epidural y, consecuentemente, los problemas inherentes a cualquiera de estos tipos de anestesia. Otro aspecto muy positivo es que se moviliza mucho mejor al paciente, que colabora contigo en las posturas y la colocación para una buena ejecución de la técnica. Además, uno aprecia mucho mejor el resultado que está buscando. Y por último, al salir caminando, el paciente expulsa por las pequeñas incisiones los líquidos anestésicos, que en un postoperatorio postrado en la cama penetran más en el torrente vascular, lo que no es grave pero sí evitable.
-Doctor, ¿y esto duele?
Nunca es un dolor insoportable, en modo alguno. Duelen más unas zonas que otras, en el caso de las caderas o las pistoleras prácticamente no existe dolor. Un dato revelador es que nunca receto analgésicos y muy raramente, antiinflamatorios. Los pacientes suelen quejarse más de los masajes post-operatorios que de la intervención en sí.
-¿Qué otras intervenciones destacan en su trayectoria quirúrgica?
El aumento y la reducción de mamas ocupan el segundo puesto en mi práctica quirúrgica; y a continuación, las deformidades en nariz y orejas, y el envejecimiento facial.
-Cuéntenos para terminar la anécdota más agradecida que le haya sucedido con uno de sus tantos pacientes.
Como antes comentaba, las orejas en asa constituyen una de las alteraciones que producen mayor complejo, y es así porque el problema se manifiesta ya en la primera infancia, cuando el niño no tiene capacidad defensiva. Hay casos en que la criatura va alimentando el complejo sin que los padres sean conscientes de ello, de modo que esa persona llegará a la edad adulta muy afectada por su defecto y, en algunos casos, sin posible cura psicológica. Recuerdo muy especialmente una magnífica foto de boda que recibí en cierta ocasión: era de una paciente a quien un año antes había practicado una otoplastia (corrección de las orejas en asa); llevaba un peinado recogido que dejaba sus orejas al descubierto, realmente estaba guapísima. La foto tenía una dedicatoria: “En este día, el más feliz de mi vida, no puedo olvidarme de ti, mi cirujano”.
-¿El mejor paciente es?
El que mejor entiendo y mejor me entiende.
Aquí podréis ver la 1era parte.