Entrevista para República Dominicana a Dr.López Pita (Parte 1): “Un 98% de mis pacientes son felices: sus expectativas se han cumplido”
Más de 12.000 pacientes han pasado por sus manos en busca de la felicidad. Y lo han conseguido: sus aciertos se cifran en un 98%. Someterse a una cirugía para mejorar el aspecto físico o liberarse de un complejo, es en la consulta del doctor Pita una inversión segura. Está considerado el gran experto en Europa de la liposucción, que él practica de modo ambulatorio (sin estancia hospitalaria) y con anestesia local. Consigue además doblegar el dolor a una simple molestia postoperatoria. El doctor Antonio López Pita (Ferrol, España, 1949), que aprendió su especialidad Plástica y Estética junto al eminente doctor Jaime Planas (Barcelona), después de haber ejercido en el departamento de Cirugía Plástica y Quemados del Hospital La Paz (Madrid) y en el servicio de Cirugía de la Mano del Hospédale Civile de Legnano (Milán), nos habla de las ventajas del Turismo Médico, la recuperación en un entorno amable y cómodo: pongamos la República Dominicana. “No se me ocurre un mejor postoperatorio posible”. Nos cuenta además cómo es de importante comprender la psicología del paciente y nos explica aquello que cualquiera debiera saber antes de someterse a una operación estética.
-Doctor, ¿a cuántas personas diría que ha hecho felices a lo largo de sus 33 años de práctica quirúrgica?
El número exacto no lo sé, pero mis pacientes en líneas generales están felices después de operarse.
-Le pregunto de otro modo: ¿en qué porcentaje se cumplen las expectativas de un paciente de cirugía estética?
El resultado estético varía según el tipo de operación y el tiempo necesario para que el proceso de inflamación finalice. Pero por darle alguna cifra, le diría que un 98% de mis pacientes son felices: sus expectativas se han cumplido.
-¿Qué es lo primero que aconsejaría a cualquiera a la hora de elegir un cirujano plástico y estético?
Lo más importante es que tenga un título real y homologado; en el caso de un cirujano español, el titulo ha de estar firmado por su majestad el rey Don Juan Carlos, o ha de estar convalidado por la autoridad competente si no ha cursado sus estudios aquí. Títulos tales como Medicina Estética o simplemente licenciado en Medicina y Cirugía, de entrada son menos fiables, aunque en algunos casos puedan ser aptos. Fundamental es guiarse de la valoración de los profesionales, médicos o enfermeras que a diario viven el trabajo que se realiza en quirófanos.
-Y ¿qué es lo primero que una persona “sana” ha de sopesar a la hora de meterse en un quirófano? ¿Qué ha de compensar esa decisión o incluso ese riesgo?
Lo primero que tiene que poner en la balanza es, por un lado, el sufrimiento que su defecto le produce o lo que pesan sus ganas de mejorar; y en el otro, la satisfacción de liberarse de dicho defecto o de mejorar, la posibilidad de fracaso y/o complicaciones, el sufrimiento físico y el esfuerzo económico. Es algo que yo explico con especial cuidado a mis pacientes, y no permito nunca que decidan en caliente: han de calibrar todo esto con frialdad y, una vez sopesados pros y contras, tomar la decisión. Sólo entonces se puede programar y procesar la intervención.
-¿Qué es lo más fundamental que un paciente ha de entender previamente a la operación para evitar frustraciones posteriores?
Que se trata de una cirugía “electiva” y no necesaria para su salud física, y que por tanto la responsabilidad es completamente suya.
-Doctor, ¿cuántas veces se presenta un paciente en su consulta con la foto de un ídolo para que emule su físico?
Sucede pocas veces; pero sí, alguna vez ha sucedido.
-¿Es éste uno de los casos que, a priori, usted rechazaría operar?
No. De entrada me hace gracia, pero frecuentemente es un síntoma de que el paciente está muy afectado por su defecto, y esto le convierte en un caso complicado. Cuando algo así ocurre, en lugar de rechazarlo procuro estudiar bien el caso, hablar con el paciente todo el tiempo que sea necesario y, si consigo que nos entendamos, la intervención empieza a ser posible.
-¿Cómo negaría el cliché que sostiene que sólo las personas acomplejadas se someten a una operación estética?
Remitiéndome a la realidad: la mayoría de nuestros pacientes son personas sin complejos que simplemente quieren mejorar su aspecto físico.
-Y al contrario, ¿cuántos complejos cree haber resuelto en sus pacientes a lo largo de su carrera?
Hay defectos que generalmente sí producen complejos, en concreto las orejas en asa (despegadas del rostro), la rinomegalia (nariz grande) la amastia (ausencia de mamas) y la ginecomastia (mamas en hombres) serían los más frecuentes. Creo honestamente, y a juzgar por el feed-back con mis pacientes, que he resuelto la inmensa mayoría de los complejos que he tratado.
(NOTA: en un par de días, publicaremos la segunda parte de la entrevista)